Desde nuestro Sindicato hemos puesto la lupa, reclamo mediante, en determinadas situaciones de violencia que se han suscitados en Hospitales y Centros de salud, no sólo contra los médicos y demás profesionales, sino también contra todo el personal sanitario.
Desde este espacio manifestamos una y otra vez, denunciando con hechos concretos, la falta de seguridad, la desidia y la total ausencia del estado para resolver situaciones lamentables que generan, indefectiblemente, la preocupación y el desinterés de nuestros médicos a la hora de tener que prestar un servicio en lugares complejos en materia de inseguridad, violencia social, psicológica, entre otras.
Dicho esto, y después de hacer público en reiteradas oportunidades los casos de violencia que se repiten en los nosocomios, no podemos salir del asombro respecto al episodio de público conocimiento ocurrido el pasado sábado 21 de febrero en el Hospital Municipal Dr. Diego Thompson de la localidad de José C. Paz, donde el médico clínico de guardia fue DETENIDO Y ESPOSADO por la policía local al negarse a realizar un estudio para comprobar si un chofer de colectivo, que previamente había producido un grave accidente, estaba alcoholizado o no.
Según nos relató este compañero, la decisión de negarse a hacer este test no se debió a un capricho mal intencionado ni falta de idoneidad sino a que no se contaba con los insumos necesarios (no había lacre para sellar la muestra) para que el estudio se realice como corresponde.
Después de este atropello inadmisible donde este profesional tuvo que ser demorado en la Comisaría, en la semana nuestro gremio llevó adelante diferentes reuniones, tanto con el Director del Hospital como con el Secretario de Salud de José C. Paz, donde se manifestó a viva voz la bronca y malestar por el momento vivido de este compañero y se combino que, a partir de ahora, los responsables de estas situaciones dentro del Hospital serán los superiores del efector y el propio Secretario de Salud, quienes deberán hacerse cargo y responder en caso de producirse algún episodio que altere el desarrollo normal de nuestra actividad.
AMRA, como gemio representante de todos los médicos, jamás dejará de levantar las banderas de la lucha contra la violencia, negociará con la precarización laboral ni permitirá que los actores del estado, que tienen la responsabilidad de brindar un servicio tan básico y elemental como la salud, miren para el costado desentendiéndose del problema sin dar las respuestas que la sociedad necesita.
“DONDE HAYA UN MÉDICO TRABAJANDO, ESTARÁ EL SINDICATO”